viernes, 22 de abril de 2011

La separación

Introducción

Muchas de nosotras hemos pasado por una ruptura amorosa que nos ha dejado con el corazón roto; algunos científicos describen que la ruptura se experimenta como “un dolor punzante en el corazón similar al de un ataque cardiaco”. En lo particular, he sentido algo parecido, incluso he sentido que mi cuerpo se desvanece, sin fuerza, sin aliento alguno para poder respirar de nuevo; especialmente cuando la persona ha sido de gran significancia para uno.

En mi afán de salir de esta situación he buscado ayuda y parece haber funcionado, parcialmente con mi psicólogo, pues ocasionalmente estas rupturas, solo para algunas personas, suelen ser así de doloras, pero ahora sé que el mundo no se termina definitivamente. Sin embargo deja una cicatriz que a veces sigue doliendo.


Recopilación de información


He leído algunos artículos al respecto y me dejan ver que las personas finalizan sus relaciones de pareja cuando experimentan conductas que afectan su modo normal de vivir; sin embargo, creo que, comenzar una relación, modifica definitivamente las conductas habituales; porque te compartes con otro (a) y tu vida da un giro significativo.


Hay un estudio universitario en España que revela que las experiencias pasadas, con padres, familiares y otras relaciones amorosas influyen directamente en la ruptura de las parejas, eso lo he experimentado con personas que desafortunadamente han vivido un divorcio; parecen tener latente conductas, rasgos y actitudes que les recuerdan su relación anterior y se muestran reacios a siquiera pensar en sostener una relación que les pueda llevar a un fracaso similar, motivo por el cual dejan deciden romper con relaciones posteriores al divorcio.

Con base en esta experiencia, concluí que es mejor dejar que la persona que vive tal acontecimiento (divorcio) necesita pasar por un periodo de duelo que no debe ser con una pareja nueva, porque sobre ella descarga sus frustraciones, se exige demasiado a sí mismo por temor de enfrentar otra ruptura y/o exige mucho del otro para evitar el rompimiento que es finalmente en lo que termina esa relación acompañado de decepción y dolor para ambas partes y miedo de emprender otra relación sentimental. Aclaro que no es en todos los casos, es solo la experiencia personal; porque he conocido otras parejas que de forma madura, saben terminar con la relación que les daño, pasan por un divorcio y luego de manera madura encuentran a la persona correcta.

Dicho estudio indica también que algunas de las razones por las que se termina con una relación pueden ser: aburrimiento o monotonía, la falta de innovación convierte la relación en una rutina y termina con la separación.


La aparición de un tercero, lo que me impresiona mucho, porque a veces me pregunto, ¿Cuál es el motivo por el que un hombre decide entablar una relación a escondidas con otra persona, es algo muy frecuente entre los chicos y a lo que aún no le encuentro explicación, porque, ¿Qué piensan que sucederá? ¿Qué no se involucrarán sentimentalmente con esa otra persona? ¿Qué solos será una aventura que no lastimará a nadie? ¿Cuáles son los móviles que le llevan a buscar a otra persona que no pueden ser dialogados con su pareja?


Otro motivo será la falta de comprensión de la pareja y la sensación de perder su propio espacio.
He de confesar que después de mi última relación que creí la más estable y hermosa, reflexioné acerca de todos los motivos posibles por los que mi ex pareja tomó la decisión de romper y en efecto, encontré demasiados errores míos que me hicieron sentir culpable al respecto; pero en terapia aprendí que los errores son de los dos que conforman ese vinculo, aún así tengo un vacio porque sé que también di lo mejor de mí misma, me entregué y ame muchísimo, como nunca, pensé que él sería la persona correcta con la que podría soñar, construir, planear juntos y lograr objetivos en común, pensé haber encontrado a mi compañero a un cómplice de vida, todo eso era para mí y finalmente no funcionó.


El proceso de ruptura


De acuerdo a la Doctora María Pacheco Ruíz; Psicóloga; en una publicación del 6 de junio del 2006, define varios factores que determinan la forma en la que las parejas procesan la ruptura sentimental; de estos factores depende que el proceso sea difícil o llevadero.

De entre ellos llama mi atención el del apego, así como la interpretación que hacemos de dicha separación.


En definitiva quien toma la decisión es quien está más preparado para enfrentarla, sin importar el sexo de la persona, pues en ocasiones solemos pensar que para los hombres, tomar esta decisión es más fácil; mientras que para el otro, el rol de separado resulta más complicado, porque no lo ha asimilado con antelación, cuyo caso es el mío, motivo por el cual me he decidido a compartir mi experiencia.


Cuando esto ocurre, hay personas que intentamos hacerle ver a quien tomó la decisión, lo difícil que será la vida sin él o ella, en un intento fallido de recuperarlos, pero esto hace que el otro se decida con mayor certeza de que la separación es lo mejor.

Confieso que intenté de todo; buscarlo por teléfono, por mensajes, por mail, en su casa y para colmo me lo encontraba en el trabajo, porque trabajamos en el mismo complejo aunque para empresas diferentes; evidentemente todos estos intentos de acercamiento creo que lo volvían loco; a veces respondía con mucha cordialidad y a veces hasta insinuó cosas que yo quería escuchar, tuvimos algunos encuentros, pero con honestidad no eran como cuando éramos una pareja.


Una de las cosas más difíciles para mí fue tratar de entender, ¿Por qué había pasado esto, si según yo todo marchaba bien? No me había percatado de que habían ya reacciones que debieron indicarme que la relación ya no funcionaba igual, un año y medio después de nuestra separación me doy cuenta de que el acercamiento físico comenzó a mermar, cada vez era menos frecuente y menos emotivo, había noches que yo tenía la sensación de que estorbaba en su cama y evitaba invadir su espacio, sentía el frío de la pared porque me re pegaba a ella para evitar molestarlo con mi cuerpo, aunque tenía tantas ganas de abrazarlo y quedarme dormida sintiendo su calorcito, generalmente me abrazaba al acostarse pero siempre terminaba volteado del otro lado de la cama para descansar mejor, supongo.


Por la noche pensaba y no dormía tratando de imaginar porque ya no era esta relación tan efusiva y la verdad no me daba cuenta de que él ya estaba dejando de sentir lo que al inicio; todos los días me esforcé por hacer su vida menos pesada.


Yo sabía que detestaba hacer el super; porque con su ex esposa esa actividad se convirtió en una monotonía, así que cuando íbamos a hacer su super, porque cabe señalar que no vivíamos juntos; trataba de ir a su paso y hacer su estancia ahí lo más placentera posible, a veces hasta yo le compraba algún detalle, una playera, una dona, las de Krispy Kreme, parecían gustarle, o compartir el que buscara las películas en video que se venden en las tiendas de autoservicio y hacerle segunda comprando títulos realmente chistosos que a mí no se me hubieran ocurrido coleccionar en mi filmoteca; al final, cuando veíamos juntos esas películas, nos divertíamos muchísimo, reíamos mucho viéndolas, así que, para mi esos detalles eran importantes.


Otras veces secundé sus locuras, mismas que por cierto yo amaba, como acompañarlo a sus eventos musicales, él es baterista y muy bueno he de decir, me encantaba escucharlo tocar, porque parecía disfrutarlo, así como la compañía de sus colegas, porque formaba parte de una banda de “thrash metal” es un género no apto para cardiacos, pero yo lo conocí con él y lo disfrutaba mucho.


Compartimos su afición por el foot bal, vimos partidos en el estadio, nos apoyábamos en los gastos, bueno en fin disfrutamos muchísimo ese tiempo juntos y con el tiempo me convertí en su incondicional, creo que deje de hacer muchas cosas que deseaba antes de conocerlo, pero juro que eso nunca me peso.


Disfruté mucho su compañía, la de su familia incluido su gran perrito san Bernardo, me parecía que era un chico fuera de serie, alocado, sincero y al principio muy tierno, amoroso y sensible, eso fue justo lo que me enamoró. Pues bien con todo esto, no imaginaba yo que esto terminaría, pues además nos dimos la oportunidad de viajar juntos y justo después de nuestro último viaje, las cosas comenzaron a cambiar.